sábado, 13 de febrero de 2010

Un escenario sombío


En una ciudad vacía, los siniestros viales no cesan.
En la ciudad de Buenos Aires, la segunda quincena de enero, es - tradicionalmente- aquella donde se expresa el mayor éxodo vacacional. Más de un tercio de su población migra hacia los diferentes centros turísticos, y sus calles y avenidas lucen distendidos como en pocos momentos del año. No se produce saturación de piquetes, cortes y manufestaciones; y puede disfrutarse de un espectáculo o una cena sin largas esperas.
Sin embargo, a la hora de considerar los siniestros viales aparecen indicadores que dibujan un escenario sombrío. A partir de datos relevados por observación directa y de fuentes primarias (*), la Asociación de Periodistas de Tránsito Transporte de la Argentina (APTTA) detectó 59 siniestros en la ciudad durante los diez días hábiles correspondientes a la segunda mitad del mes. Esto define un índice relativo de 5.9 accidentes de tránsito por día. (Ver ilustración).
Encontrar a la ciudad " vacía" por vacaciones permite explicar una cierta dispersión que denotra la localización de los accidentes, sin que se identifiquen áreas focalizadas de criticidad. EN el marco de esta dispersión, la zona macrocentral y los puntos de ingreso y de egreso resultan ser los que manifiestan mayor grado de concentración. Con lo cual, una creciente preocupación se vislumbra con el inminente retorno a casa, tras la culminación del período estival.
(*) Se refiere a " siniestro vial" en términos de impacto entre vehículos y entre vehículos y peatones que puedan derivar en daño materiales y/o lesiones personales, y que temporariamente afecte la fluidez en la circulación del tránsito.